Pueblos | Guimerà, de vuelta a la Edad Media

Asistimos a uno de los festivales medievales más reconocidos de la provincia de Lleida. A primera vista, parece un pueblo cualquiera; sin embargo, se llena de visitantes para veranear y presenciar la que, probablemente, es su celebración más multitudinaria. Se trata de un pueblo declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) por la Generalitat de Catalunya. Nos adentramos en Guimerà. 



Guimerà es una población de menos de 300 habitantes en 2018, según indica IDESCAT (Instituto de Estadística de Cataluña). Ubicado en la mitad del recorrido del río Corb, como muchos pueblos de las tierras leridanas, su economía se basa en la agricultura, aquí concretamente, en los cultivos de secano como los cereales, la viña, el olivo o las almendras. Hay que destacar también su vegetación, llena de pinos y encinas.


Muchos afirman que la belleza de este pueblo convierte a Guimerà en uno de los pueblos con origen medieval más bonitos de Cataluña a la altura de Besalú, Montblanc o Ripoll. Incluso hay quienes aseguran que se trata del pueblo más bonito. 
Y es que ninguna de estas valoraciones es descabellada, pues hay muchos motivos que ratifican su belleza: se trata de una villa escalonada, constituida por un gran laberinto de calles que suben a la Iglesia de Santa María o hasta el castillo. Por sus reminiscencias medievales, en 1975, Guimerà es declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). 
A pesar de que no pude estar en ninguno de ellos por falta de tiempo, no hay que obviar los monumentos más representativos del municipio. El principal es el castillo que se alza a lo alto de la colina, lugar que se aprovecha no solo como atracción turística, sino también para preparar los fuegos artificiales que ponen el broche a estas fiestas. 

Cabe decir que la gran mayoría de la información de estos edificios se ha extraído de la página turística de Guimerà (https://www.guimera.info/). 


MONUMENTOS

Iglesia Parroquial de Santa María y el retablo de alabastro de Josep M. Pujol: fue construido entre los siglos XI y XII en un momento de auge de la familia Alemany, que ostentaba el señorío de Guimerà. Se trata de una planta de cruz latina y un campanario de planta cuadrada que se levantó a finales de los siglos XIV-XV. En su interior, se encuentra el retablo de alabastro de la Mare de Déu de l'Assumpció (Madre de Dios de la Asunción), obra de Josep M. Pujol, discípulo del archiconocido arquitecto Antoni Gaudí, arquitecto de la Sagrada Familia o el Parque Güell de Barcelona. 


Resultado de imagen de esglesia parroquial de santa maria guimera
Iglesia Parroquial de Santa María / Wikipedia


Convento de Vallsanta: Un poco antes de llegar a Guimerà, tenemos los restos de un monasterio de alrededor de 1235 y habitado por monjas hasta 1589. Este edificio forma parte de la tríada de monasterios cistercienses de la zona, con el Monasterio del Pedregal (Tàrrega) y el del municipio de Vallbona de les Monges.

Santa Maria de Vallsanta
Convento de Vallsanta // Monasterios de Cataluña

Santuario de la Bovera: Este es el lugar donde se congregan los habitantes en ocasiones especiales, como puede ser el Lunes de Pascua, donde, en Cataluña, es tradicional celebrarlo con el famoso dulce de la Mona de Pascua. Situado a dos kilómetros del pueblo, está muy vinculado a la orden cisterciense. Se puede divisar desde lo alto de la colina donde se ubica el santuario la comarca del Urgell. Este santuario albergaba  un retablo gótico que representaba a la Mare de Déu de la Bovera, que ahora se conserva en el Museo Diocesano de Vic. 

Santuario de Santa María de la Bovera
Santuario de la Bovera // femturisme.cat

Castillo: Entre los restos del castillo, se puede ver una torre cilíndrica, donde, desde lo alto, vemos unas magníficas vistas del pueblo. Esta edificación emblemática y simbólica se declaró como Bien Cultural de Interés Nacional. 

Resultado de imagen de castell guimera
Castillo de Guimerà // Wikipedia



MERCADO MEDIEVAL

En 1294, Jaime II, rey de Aragón y Valencia, conde de Barcelona y rey de Sicilia dio el derecho a Guimerà de celebrar un mercado semanal. Esto hace que los Barones de Guimerà conviertan el pueblo en un punto de encuentro de mercancías. En 1517, el rey Alfonso V de Aragón (El Magnánimo) reconoció este mercado semanal y, en 1526, el emperador Carlos V, hijo de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, ratificó el derecho de realizar la feria en la villa. En 1994, hace 25 años precisamente, recuperó el pueblo como fiesta tradicional.

Pequeña obra teatral en la orilla del Río Corb que repasa la historia del Mercado


Este año celebra un cuarto de siglo como una de las fiestas medievales más reconocidas de la demarcación de Lleida y sigue hoy con el objetivo de dar a conocer y revitalizar el pueblo de Guimerà.
Como siempre, la feria medieval fue un éxito: los bares y restaurantes llenos por gentes de toda la provincia, calles estrechas concurridas por juglares, plagadas de artesanos... No hace falta mencionar las recreaciones medievales en la Plaza Mayor, los espectáculos en forma de itinerario por las inclinadas calles de Guimerà... Sin embargo, hay que hacer hincapié en la ceremonia final en donde, primeramente, sus habitantes actuaron en una obra teatral que mostraba los orígenes del pueblo y del mercado medieval, que concluyó animadamente por parte de los mismos actores con gritos de «Ser de Guimerà és el millor que hi ha» («Ser de Guimerà es lo mejor que hay»). 

No obstante, faltaba por ver la guindilla del pastel. Si bajábamos la cabeza para otear la función aneja al río, esta vez teníamos que subirla para los fuegos artificiales que salían desde las proximidades del castillo para dar por clausurada una redonda vigesimoquinta edición.

Comentarios

Entradas populares